segunda-feira, 9 de março de 2009

A fuego lento..

Hay cosas q me cuestan olvidar… y mas cuando durante tanto tiempo me sente a mirarlo.. a observar los condimentos q usaba, a ver como mezclaba cada uno, cosas que jamas hubiera pensado q eran factibles, me encantaba mirar como se movia entre los aromas, las ollas, la heladera y por todo lo que iba encontrando en la cocina…pero hay algo que me acuerdo bien, fue cuando una vez me dijo: “todo va a fuego lento, esa es la clave de la cocina…”

Y asi fue cuando invite a unos amigos. Ya habia pasado un largo tiempo, y me pregunte, porque no cocinar para ellos… la cocina es amor.. es fácil, solo hay q abrirse, explorar, mezclar y arriesgarse….

Compré una colita en la carniceria, había llegado a la conclusión que era lo mejor para el horno,…..algunas cebollas.. y nada más, el resto lo tenia…, o por lo menos iba a hacer el intento de que salga lo que tenia que ser… a dejarme llevar por los aromas y por el instinto….

En una ollita mezcle a ojo mostaza, miel de campo, salsa de soja ( unas gotitas) , algunas hierbitas q encontre en mi alacena , lo bati….. y descubri un aroma rico, lo probé.. y me gusto…
Lo unte despacio por encima de la carne, quedo bien cubierto …..y mientras tanto iba cortando cebolla bien finita. Con un poquito de aceite las puse en una fuente en el horno un rato antes de poner la carne… porque me vinieron a la memoria mas palabras: “esta bueno q la carne tome el gustito de la salsa”.. por eso la deje descansar en la heladera unos minutos…
De fondo tenia musica, bossa brasilera, me dejaba llevar, queria escuchar algo alegre, me sentia bien, feliz….. sentia que por fin estaba cocinando con el corazon, fue extraño .. pero reconfortante.. una sensación de libertad. ¡Cómo algo tan simple puede hacer sentir una sensación tan agradable..¡
Volvi a la cocina…. Saque la fuente del horno, senté a la carne encima del colchoncito de cebollas… y faltaba lo que mas me gustaba: Romero … faltaba el sabor fuerte de mi aromatica preferida…. le puse bastante.. o por lo menos eso me parecio…. Pero tenia ganas de que se impregne bien el sabor… y volvi a echar un poco mas de salsa de soja…..
Y ahí nomas me acorde:” Todo a fuego lento, es la clave de la cocina”.. baje el calor del horno… sabia que si queria que quede sabroso, tenia q tener paciencia…. Una hora minimo de coccion… ,mientras tanto seguia con la musica fuerte… de vez en cuando lo miraba, lo daba vuelta.. le tiraba un poquito de agua… lo daba vuelta, mezclaba la cebolla con el romero… y asi varias veces….” No se pincha la carne porque pierde el jugo”, fue algo que me acorde tambien…. Lo trataba con cuidado, como una obra de arte….. me divertia cada vez mas…..lo estaba disfrutando…
Siempre a fuego lento… a la hora y media ya estaba hecho.. justo cuando llegaban mis amigos a comer….
Es asi.. a fuego lento uno aprende, ama, descubre, crece.. y olvida… solo es cuestión de tiempo… a fuego lento… me encontré conmigo, cocinando una especialidad de él pero con mis propios condimentos.. y de la misma manera.. lo recuerdo.. hermosas imágenes, aromas y sensaciones que quedan impregnadas en la memoria y en el corazon… y me di cuenta tambien que a fuego lento lo que extrañé tantos meses, de repente, ya no extrañaba más… solo fue cuestión de tiempo…
Abrí un vinito… y disfrutamos de la deliciosa “colita con mostaza y romero”....





Cuento original de: Julia Cruz Diaz.

2 comentários:

  1. Qué lindo Juli! Y qué bueno reencontrarse a una misma y descubrir que uno también puede crear y dar todas esas cosas que tan bien nos hacen! No voy a poder probar la colita por esto del veggie style, pero imagino que debe haber salido riquísima! Beso! Nei

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  2. leo esto y me emociona que juli ya cocine con su corazÔn...miro mi patio y me doy cuenta que ese verde ya se hizo lugar en el miÔ..

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